¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

El VIH se diagnostica mediante un análisis de sangre.

La gran mayoría de las personas con VIH no presentan síntomas por muchos años. Algunos experimentan la “seroconversión” entre cuatro y seis semanas luego de la infección con el virus del VIH. Los síntomas de la seroconversión son similares a los de la gripe común. Si tienes síntomas parecidos a los de la gripe no significa que te contagiaste el VIH. La única forma de saberlo es mediante una prueba de VIH.

Si tú o tu pareja creen que tal vez se han infectado con el VIH, es importante que ambos se hagan la prueba.

El VIH puede estar presente por años antes de que comiencen los problemas de salud. Sin embargo, el portador de VIH puede transmitir el virus a otra persona durante este período, y su sistema inmunitario se irá deteriorando cada vez más.

Si el VIH se detecta de forma temprana, los medicamentos le permitirán a la persona con VIH conservar su estado de salud y llevar una vida normal. Por tal motivo, es importante que toda persona que haya estado en riesgo de contagiarse el VIH se haga pruebas regularmente.

La mayoría de las personas con VIH en Irlanda se contagian a través del sexo sin protección o por compartir agujas al inyectarse drogas.