Hablemos de compartir juguetes sexuales

Si los compartes, los consoladores y los plugs pueden dar lugar a la transmisión del VIH y las hepatitis A, B y C, así como a la transmisión de otras ITS. Además, el hecho de compartir estos juguetes sexuales facilita el contagio de una serie de infecciones intestinales.

Los restos de mucosa anal o de sangre que hayan quedado en los juguetes sexuales pueden causar infecciones si los juguetes se comparten con otra persona. Por otro lado, usar juguetes sexuales puede dañar el revestimiento del recto. El daño puede ser microscópico y eliminar solo la capa superficial del revestimiento del recto, de modo que no generaría sangrado ni sería grave. No obstante, si después de usar juguetes sexuales tienes sexo sin protección, el daño representará mayores posibilidades de contagio del VIH y otras ITS.

La forma más sencilla de evitar estos riesgos es no compartir juguetes sexuales.

También puedes utilizar un condón para cubrir el consolador y cambiar el condón entre un compañero y otro si vas a compartir este juguete. Los restos de infecciones que podrían quedar en los juguetes sexuales se pueden evitar si los lavas cuidadosamente después de cada uso, con agua caliente y jabón o con algún líquido esterilizante diseñado para biberones.

Es importante que otros juguetes sexuales, como los Fleshlites (destinados a la masturbación) y los sheaths (vainas para el pene), se limpien de manera adecuada al compartirlos entre varios usuarios, a fin de evitar la transmisión del VIH y otras ITS. Si un chico con VIH u otra ITS acaba dentro de un Fleshlite y otro lo usa después, esta persona podría contagiarse VIH u otra ITS a través del prepucio, la cabeza del pene o la uretra.

Lo mismo podría ocurrir en caso de compartir los sheats que se utilizan para masturbarse. Al igual que con los consoladores, debes lavar cuidadosamente todos los juguetes sexuales al cabo de cada uso, con agua caliente y jabón o con algún líquido esterilizante diseñado para biberones. Así, podrás estar seguro de limpiar cualquier resto de infección que haya quedado en ellos.