¿Qué son las verrugas genitales?

Las verrugas genitales son una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes. Por lo general, no duelen y, en principio, no presentan una amenaza grave para la salud.

Las verrugas genitales se producen a causa de diversos virus provenientes de la familia del virus del papiloma humano (VPH) y son similares a las verrugas que podrías tener en otras partes del cuerpo.

¿Cómo se contagian las verrugas genitales?

Las verrugas genitales se contagian mediante el contacto con la piel, como el que ocurre durante un encuentro de sexo anal. Sin embargo, no es necesario tener relaciones sexuales con penetración para que la transmisión tenga lugar, ya que el virus se contagia mediante el mero contacto con la piel.

¿Cuáles son los síntomas?

Las verrugas genitales son similares a las verrugas que puedes tener en otras partes del cuerpo, como en las manos o en los pies. Suelen aparecer entre dos y tres meses luego de la exposición, aunque también pueden aparecer hasta un año después de que haya tenido lugar la infección.

Alrededor de un 10 % de las personas que han sido expuestas al virus presentan verrugas genitales. Por consiguiente, no todas las personas que tienen el virus presentan verrugas visibles.

En caso de tenerlas, notarás pequeños bultos o verrugas de color blanco o rosado con forma de coliflor que aparecen de forma aislada o en grupos, ya sea alrededor o dentro de la zona genital.

Las verrugas pueden picar, pero, en general, no duelen. De todas formas, si te rascas, van a sangrar, así que ten cuidado. Es posible que las veas o las sientas tú mismo, que las note tu pareja o que las descubra el médico a raíz de un control.

¿Existe una prueba para detectar las verrugas genitales?

La prueba para detectar verrugas genitales consiste en un simple examen del área genital. En la actualidad, no se toman “hisopados” ni muestras de orina o de sangre para estudiar la presencia del virus que causa las verrugas.

Si ves o sientes todo normal la zona genital, es probable que no tengas verrugas. No obstante, aún podrías ser portador del virus que las causa, así que si presentas síntomas, debes consultar con el médico o con el servicio de salud sexual al que hayas acudido anteriormente.

¿Qué implica el tratamiento?

Los tratamientos, que, por lo general, tienen lugar en las clínicas de salud sexual, incluyen remoción con láser, bisturí o congelación. Estos métodos los lleva a cabo un médico o un enfermero. El tratamiento puede ser incómodo, y tal vez necesites repetir el procedimiento durante varias semanas para asegurarte de que te han sacado todas las verrugas.

Por lo general, dura entre 4 y 12 semanas. Cabe destacar que el tratamiento sirve para deshacerse de las verrugas, pero no del virus. Por lo tanto, las verrugas pueden volver a aparecer tantas veces como sea posible hasta que tu cuerpo se deshaga del virus.

Probablemente te prescriban una crema o un líquido antiverrugas que puedas usar en casa.

¿Existe una vacuna?

Hay una vacuna disponible para hombres que tienen sexo con hombres de hasta 45 años, así como para todos los hombres portadores de VIH que tengan sexo con hombres. Para obtener más información, consulta con un médico o enfermero en una clínica especializada en salud sexual.