¿Qué es la hepatitis B?

La hepatitis B es un virus que infecta el hígado.

¿Cómo se contagia la hepatitis B?

La hepatitis B puede ser muy infecciosa y se transmite con facilidad a través de cualquier tipo de acto sexual, y también al compartir agujas.

Usar billetes para inhalar drogas y compartir equipo para inhalar también puede propagar virus como la hepatitis de persona a persona. Siempre es más seguro no usar drogas; si lo haces, sigue nuestro consejo de reducción de daños para la cocaína.

Sin embargo, la hepatitis B se puede evitar al hacerse pruebas y vacunarse.

¿Cuáles son los síntomas?

Muchas personas no notan síntoma alguno de hepatitis, sobre todo al principio.

Sin embargo, también hay quienes padecen una enfermedad aguda con síntomas que duran varias semanas, como la coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, heces (caca) pálidas, cansancio extremo, náuseas, vómitos y dolor abdominal. En muy pocos casos, la enfermedad aguda puede generar insuficiencia hepática aguda, que puede causar la muerte. Esta última consecuencia es muy poco frecuente.

¿Qué implica una prueba de hepatitis B?

Para determinar si tienes hepatitis B, te harán un análisis de sangre. El médico te pedirá que te sometas a ciertas pruebas, según las circunstancias, y te explicará el significado de cada resultado.

¿Qué implica el tratamiento?

Algunas personas se curan solas. En otros casos, es necesario tratar la enfermedad para erradicar el virus. Si la infección permanece en el cuerpo (es decir, si es crónica), se pueden controlar los síntomas mediante la administración de determinados medicamentos a largo plazo y, de este modo, también se pueden evitar daños más adelante (por ejemplo, cirrosis o cáncer de hígado).

¿Existe una vacuna contra la hepatitis B?

Tanto la hepatitis B como la hepatitis A se pueden prevenir mediante vacunación. Las vacunas contra la hepatitis son gratuitas, y puedes conseguirlas en cualquier servicio especializado en salud sexual. La vacuna suele administrarse a lo largo de algunos meses y consiste en tres inyecciones. Se te pedirá que regreses luego de haber completado el tratamiento para que te hagan un análisis de sangre a fin de evaluar cómo ha respondido tu cuerpo. Algunas personas responden sumamente bien, por lo que no es necesario hacer un nuevo control, pero otras no responden tan bien al tratamiento, y es posible que necesiten refuerzos en el futuro. De todas formas, son muy pocas las personas que no responden bien a la vacuna.