¿Qué es la escabiosis (sarna)?

La escabiosis es provocada por la acción de ácaros parasitarios llamados aradores de la sarna. Son más pequeños que la cabeza de un alfiler y excavan en la piel para dejar allí sus huevos. La transmisión ocurre mediante el contacto íntimo.

¿Cómo se contagia la escabiosis (sarna)?

Los ácaros causantes de la sarna pueden encontrarse en la zona genital, en las manos, entre los dedos, en las muñecas y los codos, debajo de los brazos, en el estómago, en los pies y los tobillos, y alrededor de la cola.

Pueden vivir hasta 72 horas lejos del cuerpo humano, así que pueden diseminarse a través de las prendas de vestir, la ropa de cama y las toallas.

¿Cuáles son los síntomas?

Alguien que tiene sarna puede tardar hasta seis semanas en presentar síntomas una vez que ha entrado en contacto con la infección. Si padeces escabiosis, posiblemente notes lo siguiente:

Comezón intensa en las zonas afectadas que quizá solo sientas por la noche o que empeora cuando estás en la cama de noche, o luego de un baño caliente.

Un sarpullido rojo o pequeños puntos que generan comezón. A veces, el diagnóstico se dificulta porque el sarpullido se confunde con otros cuadros que presentan comezón, como la dermatitis.

Inflamación o piel escamosa o en carne viva en las zonas afectadas, por lo general, porque te has rascado.

¿Existe una prueba para detectar la escabiosis (sarna)?

Dado que los aradores de la sarna son minúsculos, es imposible descubrirlos a simple vista. A menudo, es posible ver unas finas líneas plateadas en la piel donde los aradores han hecho su excavación.

Un médico o enfermero podrá indicar si tienes sarna al examinar las zonas afectadas. En algunos casos, será necesario que te retiren suavemente una escama de la piel en una de las zonas afectadas para examinarla con un microscopio y determinar si hay aradores presentes.

¿Qué implica el tratamiento?

Si se considera que la persona tiene sarna, incluso si no puede confirmarse, es muy probable que se sugiera un tratamiento.

El tratamiento es sencillo y consiste en usar una crema o loción especial. El médico, enfermero o farmacéutico te dirá qué tratamiento es el mejor según el caso y te explicará cómo proceder.

Por lo general, deberás aplicar el tratamiento una vez y repetirlo transcurridos siete días. Todas las personas con las que hayas tenido un contacto íntimo deberán tratarse al mismo tiempo.

También tendrás que lavar tus prendas de vestir, ropa de cama y toallas con lavarropas en un ciclo de agua muy caliente (50 °C o más), a fin de matar los aradores y evitar contraer nuevamente la infección.

Incluso después de administrar un tratamiento exitoso, puede que sientas comezón o presentes sarpullidos durante unas semanas. Para reducir la picazón, puedes utilizar unas píldoras o cremas especiales (antihistamínico), o aplicar lociones contra la irritación, como la loción de calamina.